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HASTA HACE POCOS DÍAS ATRÁS, PARECÍA QUE EL BITCOIN Y LAS DEMÁS DIVISAS VIRTUALES RESISTÍAN EL IMPACTO DE LA PANDEMIA. PERO LA SEMANA PASADA SUFRIERON CAÍDAS DE MÁS DEL 25%.
“Quo vadis, coronavirus?”, podría uno preguntarse sobre la pandemia que azota al mundo, retomando la célebre expresión latina del tiempo de los romanos. Porque nadie sabe a ciencia cierta hacia dónde va el virus, en qué puede llegar a convertirse y cuánto tiempo durará afectando la vida de la gente y la volatilidad de los mercados internacionales.
La incertidumbre es tan grande que, distintos activos financieros que hasta hace pocos días atrás parecían a salvo del impacto, la semana pasada quedaron seriamente tocados por la arremetida del efecto contagio.
Es que las monedas virtuales eran consideradas, desde su creación, como una alternativa más en la colección de valores refugio, en la misma línea que el oro, la deuda estadounidense o el dólar. Al no ser emitidas por ningún gobierno, las criptomonedas estaban a salvo de la tentación de crear de más para licuar deudas o para mejorar los términos del intercambio comercial de un país.
Cambia la confianza
Sin embargo, algo pasó la semana pasada que cambió por completo la confianza en esta clase de activos virtuales. Para los analistas, la decisión del presidente estadounidense Donald Trump, quien decidió congelar la llegada de viajeros provenientes de Europa por 30 días, fue un mazazo que puso patas para arriba a todos los mercados financieros. De repente, la amenaza del coronavirus era tan seria que la primera potencia mundial adoptaba medidas dignas de la Edad Media para evitar que se propagara el contagio.
Fue así que el índice sectorial Bloomberg “Galaxy Crypto”, que mide la variación de todas estas divisas (bitcoin, ether, monero, ripple y zcash) con respecto al dólar, cayó un 46% la semana pasada (desde mediados de febrero lleva perdido un 56%), una verdadera tragedia para quienes apostaron a la recuperación de las criptomonedas después del brutal crack de principios de 2018.
Para el bitcoin, la caída fue igual de significativa: la divisa virtual más famosa perdió un 44% en una semana, recordando a los inversores lo peligroso y volátil que es apostar a esta moneda, por más que su correlación con los mercados financieros tradicionales sea muy baja, tanto en las acciones, como en los bonos y los commodities.
Valor refugio
No obstante, para muestra, basta un botón. Porque después del derrumbe de hace dos años atrás, el bitcoin había sorteado con bastante aplomo dos crisis financieras internacionales severas, como fueron la provocada por la deuda soberana griega, en 2010, y el Brexit, luego del referéndum de junio de 2016.
Para Mohamed Zidan, analista de la consultora Think Markets, “el bitcoin fracasó en su primer test verdadero como valor refugio”. Por su parte, su colega Ben Sebley, de BCB Group, sostuvo que “La narrativa de que es un activo seguro y se parece más a un oro digital todavía tiene que lograr tracción en los mercados principales, fuera de la comunidad cripto”.
En realidad, estos eran comentarios que ya circulaban entre los especialistas desde hacía un mes, cuando los mercados internacionales sufrieron una primera corrección significativa por el avance del coronavirus en China e Italia.
Justo el Día de San Valentín comenzó el rally bajista que hasta hoy afecta a las bolsas mundiales y que tampoco dejó indemne a las criptomonedas. El 25 de febrero, cuando el índice “Galaxy Crypto” cedió un 13,5%, el bitcoin perdió, por su parte, un 7,4%.
Como era de esperarse, el derrumbe de la divisa virtual más famosa arrastró a todas las demás hacia el precipicio, del cual hoy no se sabe en qué momento se producirá el rebote en las cotizaciones.
Distinto era el panorama hasta ese momento, en que los inversores veían cómo el “Galaxy Crypto” llevaba ganado un 93% desde principios de 2020. El optimismo estaba basado en la manera en que venía creciendo la tasa hash, que mide la velocidad a la que se procesa la red bitcoin. Esta unidad de medida muestra el optimismo de los mineros (participantes) en el futuro de la red.
Vuelo a la liquidez
Si la incertidumbre provocada por el cierre de fronteras en EEUU tiene mucho que ver con este derrumbe de las criptomonedas, también su gran liquidez afectó a sus cotizaciones. Porque, al igual que está sucediendo con el oro, los inversores se desprenden de las divisas virtuales para hacerse de efectivo y poder cubrir otras colocaciones en sus portafolios, severamente dañados por las grandes caídas de los últimos días.
Y, cuando comienza el efecto manada, todos los inversores corren a deshacer posiciones en ese activo financiero, antes de que se sigan profundizando las pérdidas. Para atenuar esto, plataformas de intercambio de criptomonedas como Binance decidieron duplicar el costo de retiro para mejorar los tiempos de las transacciones y frenar el efecto bola de nieve.
Pero esto no parece ser suficiente para frenar la hemorragia. Si hace diez días atrás el bitcoin se vendía a más de u$s9.000, la semana pasada cerró levemente por encima de los u$s5.000, y ya hay analistas que pronostican un derrumbe que podría llevar la divisa hasta los u$s1.000. En cuarentena desde hace ya un mes, el mercado de las criptomonedas no parece poder salir de la terapia intensiva.
CIFRAS RELEVANTES
– 46. Medido en porcentaje, es lo que perdió el índice sectorial Bloomberg “Galaxy Crypto” de criptomonedas durante la semana pasada.
– 44. En porcentaje, es lo que perdió el bitcoin durante la semana pasada.
– 93. En porcentaje, es lo que el índice sectorial llevaba ganado entre principios de enero de 2020 y el 14 de febrero, cuando comenzó el cambio de tendencia.
– 1.000. Medido en dólares, es el valor que algunos analistas esperan para el bitcoin en caso de no frenarse la crisis del coronavirus.